OperaciĆ³n Dejar de Ser Virgen

4/07/2015 12:00:00 p. m.


‘¡Es oficial! En estas vacaciones voy a perder mi virginidad, ya lo decidĆ­’, exclamĆ³ Gaby mientras se veĆ­a en el espejo, ‘no quiero seguir siendo la Ćŗnica virgen de la universidad’.

‘¡Gaby! ¿TodavĆ­a sigues con eso?’, preguntĆ©, ‘te hemos dicho muchas veces que tienes que dejar de buscar, eso es algo que va a pasar tarde o temprano. AdemĆ”s, no estamos seguros de que eres la Ćŗnica’.

‘Es que estoy cansada de seguir siendo virgen, en serio, siento que ya estoy preparada para tener sexo’.

‘Bueno pero, ¿con quiĆ©n piensas hacerlo? No tienes novio, no estĆ”s saliendo con alguien y –obviamente- no tienes un fuckbody’.

‘Pues buscarĆ© a alguien en Tinder, dahhhh’.  

Al parecer, cada dĆ­a es mĆ”s fĆ”cil encontrar gente que vive cerca de ti y que tiene los mismos intereses –o sea tener sexo a la primera- gracias a aplicaciones como Tinder o Bang With Friends, cansada de no poder ligar con alguien en la vida real, Gaby decidiĆ³ probarlas.

DespuĆ©s de 28 matches y 8 conversaciones fallidas, por fin encontrĆ³ a cinco chicos (Joshua, AndrĆ©s, Pedro, Hugo y TomĆ”s) que –al parecer- eran buenos candidatos para tener sexo por primera vez. El Ćŗnico problema era elegir al adecuado.

‘Ya intentaste salir con dos personas al mismo tiempo, ¿y ahora lo harĆ”s con cinco?’, preguntĆ©, ‘sabes que no somos muy buenos en eso’.

‘SĆ© que no nos ha ido muy bien, pero estamos hablando del hombre con el que voy a perder mi virginidad, no de escoger una fruta en el supermercado’, respondiĆ³ Gaby, ‘tengo que estar muy segura de quiĆ©n voy a elegir, por eso saldrĆ© con los cinco’.

‘Mira, no estoy seguro de que eso vaya a funcionar, pero sabes que te voy a apoyar en todo, aunque sigo pensando que tienes que esperar un poco mĆ”s. ¿Al menos ya sabes con quiĆ©n vas a salir primero?’.

La Primera Cita

Joshua es un chico de 26 aƱos que -hace unos meses- se recibiĆ³ como contador, ahora estĆ” trabajando en un hospital y tambiĆ©n se encuentra estudiando una segunda carrera.

‘No solamente es guapo, tambiĆ©n es muy inteligente y tiene coche’, dijo Gaby cuando trataba de convencernos de que era perfecto. 

Los dos quedaron de verse en una plaza para despuƩs ir a tomar un cafƩ, pero Gaby tenƭa otros planes.

‘Le voy a decir que nos veamos en el estacionamiento, una vez que estemos  ahĆ­, le preguntarĆ© si puedo dejar mi chamarra en su auto’.

‘¿Para quĆ© vas a querer dejar tu chamarra en su auto? No lo entiendo’, respondĆ­.

‘Todo es parte del plan, cuando abra la puerta me voy a subir al coche y lo voy a empezar a besar. DespuĆ©s iremos a su casa y –POW- adiĆ³s virginidad’.

Su plan parecĆ­a –casi- perfecto, pero no contaba con que su chico perfecto no era tan inteligente como todos pensĆ”bamos. 

‘¿En dĆ³nde estĆ”s?’, preguntĆ³ Gaby al llegar a la plaza.

‘Estoy en el baƱo, te veo en la cafeterĆ­a’.

‘¡¿No te dije que nos viĆ©ramos en el estacionamiento?! ¿QuĆ© haces en la plaza?’.

‘Pues pensĆ© que era mejor vernos aquĆ­’.

Gaby no iba a dejar que nada –ni nadie- arruinara su plan, mucho menos las tonterĆ­as de Joshua, asĆ­ que respirĆ³ profundamente, se subiĆ³ un poco mĆ”s la falda y siguiĆ³ con lo planeado.

Una vez que se reuniĆ³ con Joshua, decidiĆ³ que era momento para empezar con la rutina de la chamarra, no querĆ­a esperar mĆ”s tiempo.

‘Oye, ¿puedo dejar mi sudadera en tu coche?’.

‘¿Por quĆ© no la dejas en el tuyo? ¿No trajiste?’.

‘¡Si! Si traje’, respondiĆ³ algo desesperada, ‘pero creo que tu auto estĆ” mĆ”s cerca’.

‘CreĆ­ que nos habĆ­amos estacionado en el mismo piso’.

‘Bueno, entonces acompƔƱame al mĆ­o’.

Mientras llegaban al auto, Gaby no dejaba de recordarse porque estaba saliendo con Ć©l. ‘Es muy tonto, pero eso no le quita lo guapo’, pensaba. 

El problema de mi amiga era que estaba muy segura de que Joshua iba a sucumbir ante sus encantos demasiado rĆ”pido pero –al parecer- le gustaba hacerse del rogar.

‘Entra al auto’, decĆ­a, ‘te tengo que enseƱar algo’.

‘¿QuĆ© es lo me vas a enseƱar?’

‘Entra para que veas’, decĆ­a mientras lo jalaba de la hebilla de su cinturĆ³n.

‘Gabriela, creĆ­ que venĆ­amos a platicar’.

‘Podemos platicar despuĆ©s de habernos besado o de hacer otras cosas’.

‘No, yo sĆ³lo venĆ­a por un cafĆ©’.

Gaby no podĆ­a estar mĆ”s decepcionada. Ella estaba ahĆ­ dispuesta a acostarse con Ć©l y la rechazĆ³. 

‘¿Sabes quĆ©? Me tengo que ir. Pero me dio gusto verte’, dijo Joshua.

No fue sorpresa que Gaby me llamara -unos minutos despuƩs de lo sucedido- para que la alcanzara en Starbucks y hablƔramos de aquel acontecimiento.

‘¿EstĆ”s bien?’, preguntĆ©.

‘Si, sĆ³lo estoy algo enojada. Al parecer alguien quiere que me quede virgen para toda la vida’.

‘Gaby, no digas eso. Tal vez no era el indicado. AdemĆ”s, todavĆ­a tienes otros cuatro pretendientes, ¿no? ¿Vas a salir con ellos?’.

‘Pues sĆ­, la prĆ³xima semana tengo una cita con Pedro. Esperemos que todo salga bien’.

‘Espero que sĆ­, Gaby’.

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15 comentarios

  1. Muy interesante el relato, que ganas de saber como sigue!!
    diariopelorricen.blogspot.com/es

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    1. Estoy seguro de que te va a gusta mucho el final, Vanessa (:

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  3. Followed you back. Keep in touch!


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    http://subhamrai.blogspot.com/

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  4. Que pedazo de historia! Me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Un abrazo enorme

    http://sobreviviendoalamoda.blogspot.com.es/

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    1. ¡Me da mucho gusto que te haya encantado, Ivan! TambiĆ©n te mando un abrazo (:

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